miércoles, 11 de mayo de 2022

 La financiación.


Antes de suscribir cualquier tipo de financiación, debemos recopilar una amplia variedad de ofertas y estudiarlas con mucho detalle para saber cuál es la más ventajosa.

El objetivo es encontrar la que mejor se adecue a nuestra capacidad de endeudamiento, en cuanto a plazos, condiciones, requisitos, etc. Muchas son las ofertas existentes en el mercado. La publicidad nos puede ayudar en cuanto a conocer quienes ofrecen productos financieros, pero debemos desconfiar de la publicidad agresiva, y recordar que nadie nos va a regalar nada o nos lo va a ofrecer prácticamente gratis.

Para poder decidir cuál es la oferta que mejor se adapta a nuestras necesidades a un coste menor, debemos elaborar un cuadro resumen que contenga las características fundamentales de cada oferta. Este cuadro nos permitirá ver con mucha más claridad cada producto: garantías exigidas, tipo de interés, comisiones, cuota a pagar al mes y coste total de la operación y obtener un asesoramiento adecuado.

 Equilibrio.

En general, cuando hablamos de manejar el presupuesto, hablamos de controlar el nivel de gastos, dado que el de ingresos suele ser constante y no variar. Es por ello que el presupuesto que realizamos al comienzo del año nos servirá para controlar si los gastos se han reducido, mantenido o aumentado a lo largo del mismo.

Existen unas series de normas que podemos seguir para que tenga utilidad el presupuesto que realicemos:

  • No todos los meses son iguales. Algunos son más “tranquilos” en lo que a gastos se refiere, lo que nos facilitará ahorrar para hacer frente a los meses de mayor gasto.
  • Cada mes:
  • Hacer las cuentas regularmente ayudándonos de las facturas y de los comprobantes bancarios.
  • Hacer recuento de los ingresos necesarios para pagar los gastos fijos.
  • Evitar sobrepasar el importe fijado para los gastos corrientes.
  • En el supuesto de que los ingresos cambiaran, tendríamos en cuenta este hecho para reajustar tanto las previsiones como nuevos objetivos.

 Tipos de gastos.


  • Gastos fijos: Son aquellos gastos obligatorios (impuestos,) o aquellos a los que nos hemos comprometido por contrato (alquiler de la vivienda, hipoteca, agua, luz, gas, etc.) o sin contrato con terceros (colegio, guardería, etc.). No pagarlos supone exponerse a problemas como corte de suministros, desahucio de la vivienda, embargos, etc.
  • Gastos corrientes: No son obligatorios porque no existe contrato ni obligación legal, pero son necesarios para nuestra vida diaria. Hablamos de los gastos de alimentación, transporte, ropa, etc.
  • Gastos ocasionales: Son gastos irregulares. Algunos son ineludibles como los gastos médicos, pero otros se pueden reducir o incluso prescindir en caso de necesidad. Tal es el caso de ocio, viajes, telefonía, etc.

Debemos tener en cuenta que aunque la mayoría de los gastos fijos en general suelen tener un importe constante a lo largo del año (hipoteca, alquiler),otros gastos pueden ser más o menos cuantiosos según un determinado período del año (suministros en los meses de invierno), o producirse en un determinado momento (impuestos), por lo que el presupuesto no puede/tiene que ser uniforme todos los meses.

 El presupuesto familiar / personal.

Si a cualquiera de nosotros nos preguntaran cuánto gastamos en comida, transporte, ocio, teléfono o ropa al mes, posiblemente tardaríamos unos minutos en responder, o incluso contestaríamos que realmente no lo sabemos.

Tendríamos que acudir a los extractos de las tarjetas del banco o a la libreta de ahorro y sumar para contestar a esa pregunta. Si no sabemos cuánto nos gastamos, por tanto, tampoco sabemos si ahorramos o no, y cuánto. Este es un error muy común en la mayoría de las personas y familias, que en más de una ocasión puede desencadenar en despistes financieros que finalmente nos cuesten mucho dinero y disgustos.

Para ayudarnos a poner en orden todos nuestros números, existe una herramienta muy útil que es el presupuesto.

¿Qué es un presupuesto?

Es un instrumento de previsión y anticipación que se elabora a partir de los ingresos y de los gastos. Una vez realizado el presupuesto, podremos ir comprobando si las previsiones se cumplen, es decir, si lo estamos gestionando bien y se cumplen nuestros objetivos, o si hay desviaciones y las podemos corregir.

¿Cómo hacer el presupuesto?

Es muy simple. Utilizaremos instrumentos tan sencillos como una hoja de papel, un bolígrafo y sumar. Se trata de realizar un cuadro de doble entrada: en una columna los ingresos y en otra, los gastos.

En la columna ingresos, anotaremos los salarios, prestaciones, pensiones, ayudas, o cualquier otra entrada de dinero que pueda tener nuestra economía.

En cuanto a la columna de los gastos, podemos diferenciar según la naturaleza del gasto. Así será más fácil controlarlos y si es necesario, estudiar cuál de ellos debemos eliminar.

  La financiación. Antes de suscribir cualquier tipo de financiación, debemos recopilar una amplia variedad de ofertas y estudiarlas con m...